La artesanía es un claro exponente de la tradición cultural de un pueblo. En siglos pasados las profesiones manuales (agrupadas o no en gremios) eran la pequeña industria, alejadas todavía de los procesos tecnológicos, motor (junto a la agricultura) de la actividad económica. Poco a poco el paso del tiempo ha dejado en el camino profesiones antiquísimas, y entre las cuales las gentes plasmaban su forma de vida y necesidades.
Son pocos los artesanos que viven y que a través de generaciones nos han traído, casi en secreto, su saber. En el municipio de Gáldar perduran dispersos una serie de artesanos y artesanas que representa un amplio abanico de la Artesanía Canaria, desde la cerámica más tradicional (Hoya de Pineda) hasta los cuchillos, instrumentos musicales, cestería, calados, etc.
La avanzada edad de los artesanos hace peligrar la continuidad de las técnicas artesanales, valor cultural que por ninguna circunstancia debería desaparecer.
Por su gran calidad, la utilización de medios y materiales naturales, manualidad y con originalidad del producto hacen de esta actividad un punto de vista innegable, que sirve para identificar a las gentes del Norte en su tradición y cultura.
Calado canario
El Calado Canario es reconocido como uno de los trabajos más delicados y complicados de la artesanía canaria. La confección de los calados se realizó dentro de la unidad de producción familiar, al menos hasta 1891, año en que comienza a organizarse bajo el esquema de explotación estilo madeirense. Ya en 1901, el éxito productor y el auge en la demanda externa, benefician la apertura de la primera casa exportadora de calados insular. El principal centro receptor en esos momentos fue Londres, que además tenía el monopolio en el abastecimiento de las materias primas para la industria.
Alfarería tradicional
La isla de Gran Canaria es uno de los sitios en donde ha pervivido esta antigua técnica, heredada de los antiguos canarios. En concreto la isla mantuvo hasta fechas recientes, en activo, tres centros loceros, núcleos de producción muy antiguos: Lugarejos en Artenara, Hoya Pineda en Gáldar y La Atalaya de Santa Brígida. En ellos, tanto el proceso de elaboración mediante la técnica del urdido, como la tipología de los objetos realizados, sigue manteniendo un profundo carácter tradicional que puede hundir sus raíces incluso, en el período prehistórico de la Isla.
Cuchillería canaria
Son varias las hipótesis sobre el posible origen de este modelo de cuchillo en Canarias, según algunos investigadores, el origen del objeto en sí, podría localizarse en la época de la colonización inglesa, aludiendo al nombre que han adquirido en Canarias este tipo de cuchillos, naifes (de la palabra inglesa knife). Para otros investigadores vendría del portugués naifa (navaja). Aunque si nos señimos a las características del mango, parece ser que su procedencia está más cerca del norte de África.