El Monumento Natural de Amagro ocupa 407,7 hectáreas de un pequeño macizo montañoso de 500 metros de altitud, que se sitúa en el noroeste de la isla, sobre la Vega de Gáldar. Se trata de una estructura de gran valor geológico y geomorfológico, además de paisajístico y cultural, pues se ha constatado la presencia de algunas estructuras relacionadas con yacimientos arqueológicos que aumentan su valor.
Su declaración como monumento natural está justificada al tratarse de una formación particularizada de la naturaleza a la cual se quiere brindar una protección especial en razón de su singularidad como estructura de interés geológico y geomorfológico y con valores estéticos y culturales. Fue declarado por la Ley 12/1987, de 19 de junio, de Declaración de Espacios Naturales de Canarias como paraje natural de interés nacional de Amagro y reclasificado por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias como monumento natural.
Alberga, a modo de refugio por su condición de ecosistema de montaña, endemismos vegetales de gran interés botánico. De hecho, las últimas investigaciones apuntan a este enclave de gran importancia para el mantenimiento de la diversidad florística canaria.
Algunos endemismos presentes en este espacio son la colderrisco de Tamadaba, la siempreviva de Amagro y la magarza de lid. Resaltan incluso algunos endemismos exclusivos de Amagro como la salviablanca de Amagro (Sideritis amagroi) en hábitats de escarpes innacesibles y la recientemente descrita leguminosa (Argyrolobium armindae).
PATRIMONIO CULTURAL
Arqueología: La Carta Arqueológica del municipio de Gáldar identifica un yacimiento arqueológico en el Monumento, denominado «Conjunto Arqueológico Cumbres de Amagro». En cuanto al material encontrado sólo se menciona cerámica y restos melacológicos. El estado de conservación es regular y no dispone de ningún tipo de protección que limite su acceso.