El Teatro Consistorial es uno de los mejores teatros históricos de todo el Archipiélago fuera de una capital de la isla. Su construcción actual data de 1912, sin embargo sus antecedentes históricos hay que situarlos en el reinado de Isabel II, hacia 1847. El edificio actual es fruto de una profunda reforma que se inauguró el 18 de julio de 2010.
Es un inmueble en esquina con doble fachada, clasificable de clasicismo academicista, tendencia que estaba presente en las islas y en cuyos elementos compositivos se fusionaban los materiales tradicionales, como la cantería de Gáldar y la madera (especialmente en el exterior), con los modernos, como el hormigón armado (más visible en el interior).
Como elemento primordial de la reciente intervención se encargó el diseño del interior de la cubierta al pintor José Dámaso (Agaete, Gran Canaria, 1933, Premio Canarias de Bellas Artes). Vinculado al especial espacio el artista desarrolló una interesante obra que lleva por título “Revelora”, dónde aparece una especie de génesis de proceso evolutivo que arranca desde las frondas del drago, pasando por las especies marinas, aves, personas, figuras arqueológicas, seres y formas cambiantes que van escalando hasta llegar a la calavera del vértice final.
En esta intervención también se integraron los dos artistas galdenses más importantes: Antonio Padrón (Gáldar, 1920-1968) y Juan Borges Linares (Gáldar, 1941-2004). De ellos se muestran algunas reproducciones de sus obras, los personajes populares del primero y el esoterismo del segundo y se añadieron las obras de las generaciones más jóvenes de artistas, representadas por Cristóbal Guerra y Rufina Santana. Como recuerdo del primer teatro, el de la época de Isabel II, se incluyeron fotografías antiguas de labradores del siglo XIX con sus indumentarias, así como vistas de la ciudad, que ha ido evolucionando junto con el Teatro. Toda esta muestra artística se encuentra integrada en el proyecto de decoración del decorador galdense Rafael del Castillo.
El edificio está ubicado en el centro histórico de la ciudad, comunicado directamente con la “Sala del Sábor” de las Casas Consistoriales y con las calles Tagoror y Facaracas, y muy cerca del templo de Santiago de los Caballeros y del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, declarados bienes de interés cultural (conjunto histórico, monumento y zona arqueológica, respectivamente), circunstancia por la cual tiene un entorno del más alto interés.