La Casa Cachazo o Verde de Aguilar, es un singular ejemplo de la arquitectura doméstica grancanaria de transición, de los siglos XVII y XVIII, que no debe su nombre al cromatismo de su fachada, sino al apellido de sus antiguos propietarios: Juan Antonio Cachazo Osorio en el primer tercio del siglo XVIII y su esposa, Micaela de Quintana Verde de Aguilar. Su casa, hoy Centro Cultural situado en el número 13 de la calle Guillén Morales, tiene un patio interior formado por dos crujías en «L» a la que se adaptan las galerías alta y baja y sus corredores.

En el espacio superior de la fachada sobresale la armadura con tirantes de viga simple que recorre la hilera que sostiene una cubierta de tejas a dos aguas, cuyo hastial deja ver un acceso lateral. El alzado principal enmarca tres huecos entre pilastras y una línea de moldura, donde despuntan los tipos de paños de los huecos altos, de perfil mixtilíneo y con repisa labrada, así como la carpintería de cojinete de los huecos altos, con tablas decoradas y vidrios superiores.

Casa Cachazo y Verde de Aguilar