Desde septiembre de 2011, 1.426,55 hectáreas que bañan buena parte del litoral del municipio de Gáldar han sido declaradas Zona Especial de Conservación (ZEC), figura contenida en la Red Natura 2000 cuya finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats naturales más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas.

Y es que los fondos submarinos de esta zona de la isla de Gran Canaria, desde el barranco de El Juncal hasta La Punta de Gáldar, presentan una variada tipología en tan corto espacio, con praderas de fanerógamas marinas, conocidas comúnmente como “sebadales”, fondos mixtos arenoso-rocosos, zonas de blanquizales, así como cuevas, arcos y paredones rocosos con estructuras arrecifales. Estos fondos poseen gran interés biológico y pesquero, ya que albergan comunidades y especies muy particulares e importantes. Así, en los paredones rocosos son frecuentes las anémonas joya (Corynactis viridis) y los balánidos. Asimismo, sobre este sustrato destaca el desarrollo de algunas esponjas (Aplysina aerophoba, Batzella inops, Chondrosia reniformis, Crambe crambe.). Dentro de la comunidad de peces destacan especies como el tapaculos (Bothus podas), la anguilas jardinera (Heteroconger longissimus), la cabrilla (Serranus atricauda), el verrugato (Umbrina canariensis), la boga (Boops boops) o el pejeverde (Thalassoma pavo), entre otras.

En la ZEC de Sardina del Norte se encuentran presentes los tipos de hábitat natural de interés comunitario “Bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina poco profunda”, “Arrecifes” y “Cuevas marinas sumergidas o semisumergidas”, además de la especie de interés comunitario “tortuga boba (Caretta caretta)”.

𝗕𝗮𝗻𝗰𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗿𝗲𝗻𝗮 𝗰𝘂𝗯𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗲𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗴𝘂𝗮 𝗺𝗮𝗿𝗶𝗻𝗮, 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗽𝗿𝗼𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮

Incluye bancos arenosos desprovistos de vegetación, o asociados a diferentes comunidades biológicas (fanerógamas marinas, comunidades de maërl, etc.), siempre sumergidos. De las especies de fanerógamas marinas, la más representativa en Canarias, por su abundancia y papel ecológico, es la Cymodocea nodosa o “seba” que conforma las praderas conocidas con el nombre de “sebadales” o “manchones”, de gran importancia ecológica al proporcionar áreas clave de refugio, cría y alimentación a muchos invertebrados y peces.
𝗔𝗿𝗿𝗲𝗰𝗶𝗳𝗲𝘀

Los arrecifes son sustratos compactos y duros de origen biogénico o geológico que se extienden desde la línea de costa (niveles intermareales) hasta los fondos profundos (fondos batiales). Por su origen volcánico, en el archipiélago canario predominan los fondos rocosos abruptos y accidentados donde existen multitud de cañones y valles submarinos. Este tipo de hábitat puede albergar toda una zonación de comunidades bentónicas de especies de animales y algas, distribuidas en función de la batimetría, así como de otros factores abióticos. Las algas suelen dominar las áreas bien iluminadas, siendo los géneros Cystoseira o Sargassum los más característicos de la zona macaronésica.

𝗖𝘂𝗲𝘃𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗿𝗶𝗻𝗮𝘀 𝘀𝘂𝗺𝗲𝗿𝗴𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗼 𝘀𝗲𝗺𝗶𝘀𝘂𝗺𝗲𝗿𝗴𝗶𝗱𝗮𝘀

Tipo de hábitat ampliamente representado en los fondos insulares canarios, predominantemente rocosos y de relieve tortuoso. La falta de luz en su interior impide el desarrollo de organismos fotosintéticos, relegados a los fondos marinos adyacentes, salvo algunas especies de algas rojas calcáreas cerca de la entrada. Por el contrario, constituyen el hábitat idóneo para multitud de invertebrados sésiles esciáfilos (esponjas, corales, ascidias, briozoos, etc.), representativos en parte de ecosistemas más profundos, y también de fauna vágil –que se desplaza libremente– de hábitos nocturnos (crustáceos, peces, etc.), que utiliza estos enclaves como refugio durante el día.

𝗧𝗼𝗿𝘁𝘂𝗴𝗮 𝗯𝗼𝗯𝗮 (𝗖𝗮𝗿𝗲𝘁𝘁𝗮 𝗰𝗮𝗿𝗲𝘁𝘁𝗮*)

Reptil marino de tamaño medio, con caparazón ligeramente ovalado y con los bordes más o menos aserrados, de coloración pardo-rojiza por el espaldar y más clara por la zona ventral, virando hacia amarillo o crema. Especie cosmopolita de aguas tropicales y subtropicales. Se caracteriza por sus costumbres solitarias y su alimentación omnívora, incluyendo en su dieta crustáceos, peces, moluscos, fanerógamas marinas y medusas. El archipiélago canario constituye un área de alimentación y desarrollo importante para los ejemplares juveniles de esta especie, procedentes de diferentes poblaciones americanas y caboverdianas.

Este frágil ecosistema coexiste en una perfecto equilibrio, por lo que algunas actividades humanas podrían suponer un grave riesgo para su supervivencia, por lo que la concienciación ciudadana es vital para continuar disfrutando de tan especial ecosistema tal y como lo conocemos.